El avance hacia la movilidad eléctrica en Estados Unidos ha recibido un impulso significativo gracias a la legislación ambiental y social promovida bajo la administración del actual presidente de aquél país, Joe Biden.
Con el objetivo de asumir un papel líder en la industria global de vehículos eléctricos, México, Estados Unidos y Canadá están realizando inversiones significativas para impulsar la electrificación del transporte de manera decidida.
Reconociendo la crucial importancia de México como un socio comercial cercano, Estados Unidos está intensificando la fabricación de vehículos con cero emisiones, estableciendo cadenas de suministro locales, ágiles y eficientes. Gigantes de la industria automotriz, como BMW, General Motors, Toyota, Honda, Volkswagen y Fiat, están canalizando inversiones de miles de millones de dólares hacia la producción de baterías y el ensamblaje de vehículos eléctricos en la región de Norteamérica.
El impulso hacia la electromovilidad en Estados Unidos se ha visto reforzado por la legislación climática y social impulsada por el presidente Joe Biden. Esta histórica legislación asigna una inversión de 370 mil millones de dólares en forma de subvenciones para impulsar el desarrollo de energías renovables, fortalecer la infraestructura energética y estimular la adopción de prácticas de movilidad sostenible en todo el país.
El plan climático de Biden busca un hito ambicioso: que para el año 2030, la mitad de los vehículos comercializados en Estados Unidos sean eléctricos. Esta meta es especialmente notable considerando que en la actualidad solo constituyen un 8% del total de ventas. Para alcanzar este propósito, se ha instaurado un crédito fiscal que puede llegar hasta los 7.500 dólares para aquellos que adquieran vehículos eléctricos en los próximos 10 años. Este incentivo no solo beneficia a los consumidores, sino que también presenta un estímulo considerable tanto para los fabricantes como para la industria en su conjunto.
En cuanto a México, se ha convertido en un actor fundamental en la arena global de la industria automotriz, al albergar un total de 24 instalaciones dedicadas al ensamblaje de vehículos y componentes. La sólida base automotriz del país lo coloca en una posición propicia para adentrarse en la fabricación de vehículos eléctricos, lo que a su vez refuerza la colaboración trilateral en la región de América del Norte.
BMW, General Motors, Toyota, Honda, Volkswagen y Fiat, están canalizando inversiones de miles de millones de dólares hacia la producción de baterías y el ensamblaje de vehículos eléctricos en la región de Norteamérica.
En tanto que, Canadá se está posicionando como un actor importante en la industria de fabricación de baterías para vehículos eléctricos (VE), a medida que los países de todo el mundo abogan por un futuro más ecológico y sostenible. Con una abundancia de materias primas esenciales y un sólido sector minero, Canadá tiene el potencial de desafiar la dominación de China en la producción de baterías.