Esta pintura tiene la capacidad de capturar la energía solar y transformarla en electricidad. Mediante esta tecnología, los vehículos podrían recorrer hasta 20.000 kilómetros al año sin necesidad de conectarse a una fuente de energía externa.
Mercedes-Benz utiliza células fotovoltaicas de última generación, que son extraordinariamente ligeras, con un peso de aproximadamente 50 gramos, lo que las hace prácticamente invisibles a simple vista.
Aprovechando una fuente de energía limpia, gratuita y abundante como el sol, esta tecnología reduce la huella de carbono de los vehículos eléctricos y disminuye la dependencia de la infraestructura de recarga.
La pintura solar aún enfrenta varios desafíos antes de su implementación a gran escala. Uno de los principales obstáculos es la optimización de la eficiencia de las células fotovoltaicas en condiciones de baja luminosidad, lo que podría afectar su rendimiento en determinadas regiones del mundo.
Además de los beneficios en términos de autonomía y eficiencia energética, la pintura solar refuerza el compromiso de la marca alemana con la sostenibilidad.
Mercedes-Benz se encuentra resolviendo estos desafíos para asegurar que la pintura solar sea efectiva y viable a lo largo de toda la vida útil del vehículo.