Hay alrededor de 200 estaciones de carga en toda Argentina y la mayoría se encuentra en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
Los vehículos eléctricos siguen siendo una minoría dentro del panorama automotor argentino, principalmente debido a que la infraestructura de cargadores se encuentra en una fase de desarrollo.
Jorge Sanvitale, director de Mehcco S.A., compañía argentina líder en cargadores, explicó que “la transición hacia la movilidad eléctrica presenta desafíos significativos y uno de los mayores obstáculos es la falta de infraestructura de carga, pues los conductores necesitan saber que pueden cargar sus vehículos con facilidad en cualquier lugar al que viajen”.
En el vecino país se están comercializando tres tipos de puntos de recarga: el clásico, para uso domiciliario con tiempos de carga estimados entre 3 y 10 horas; el semirápido, ideal para empresas de logística, aeropuertos, shoppings y parkings de grandes superficies con tiempos de carga de entre 1 y 3 horas y el rápido, conveniente para la vía pública, la ruta y las estaciones de servicio, con tiempo de carga aproximado en 20 minutos.
“Es importante tener en cuenta que el desarrollo de la infraestructura de carga eléctrica en las estaciones de servicio en Argentina está en una etapa muy temprana. Si bien existe un creciente interés en la adopción de vehículos eléctricos, la demanda de cargadores en las estaciones de servicio todavía no es significativa porque existen barreras legales que impiden que las estaciones vendan la electricidad que consumen los puntos de carga a terceros”, indicó Sanvitale.
Los vehículos eléctricos constituyen una fracción minoritaria dentro del conjunto de automóviles en Argentina, pues la infraestructura de cargadores está en etapa de desarrollo.
El empresario confía en que la instalación de puntos de carga puede tener un impacto significativo en la economía de Argentina a partir de la creación de empleo, la inversión en tecnologías limpias y la reducción de la dependencia del petróleo importado, entre los beneficios que pueden derivarse de la transición hacia la movilidad eléctrica.